Es la
primera vez que un Devil May Cry salía de tierras niponas para ser
desarrollado en el extranjero, por lo que la polémica estaba
servida. ¿Se conservará la esencia o se convertirá en algo
diferente? Las alarmas saltaron cuando en el primer trailer los fans
comprobaron que el espadachin había abandonado su habitual look de
pelo plateado y gabardina roja. Ninja Theory, afirmando que la
esencia de la saga es la moda y que el Dante al que estábamos
acostumbrados ya no era lo más in (merecía un “trágame tierra”
como diría la superpop) decidieron darle un lavado de cara. El nuevo
protagonista sigue conservando el aire chulesco, pero es más joven y
con aspecto de haber sido el ex novio que metió a Lindsey Lohan en
el mundo de la droga.
Teniendo
en cuenta que la saga nació en el 2001 era necesario hacer un cambio
de imagen y el resultado, al menos para mi, es de los más
satisfactorio. No sólo se modificó al personaje principal, la
ambientación, normalmente llena de elementos neogóticos mezclados
con toques fantásticos da ahora paso a un a ciudad similar a París
pero con grafitis en lugar de cafés y pintura descascarillada en vez
de mármol. No será éste el único espacio, pues los vídeos que he
visto prometen un amplia variedad.
La
historia, centrada en el eterno conflicto del bien y del mal, cielo e
infierno, cobra ahora una nueva dimensión al incorporar una
organización (clavada a Anonymous) llamada “La Orden” cuya
misión es acabar con la corrupción que invade la política y el
sistema en general (no tuvieron que reimaginar nada en este caso).
Personajes como Virgil, hermano gemelo del protagonista, harán su
reaparición e incluso tendrán fases propias (previo pago de DLC,
como no), por lo que las historias los seguidores de las sagas
anteriores tendrán más elementos reconocibles.
En lo
que a la jugabilidad se refiere la demo me ha dejado un muy buen
sabor de boca. Los ataques se vuelven mucho más rápidos, se añaden
nuevas posibilidades como las de atraer al enemigo o ir a dónde él
esté, se amplían los movimientos (hasta un total de 200) y se suman
armas. Aparte de las ya típicas pistolas gemelas y espada tenemos
dos armas secundarias, una hacha pesada, lenta y potente y otra tipo
guadaña mucho más ligera y con un alcance mayor.
La inteligencia artificial de los enemigos estaba bien desarrollada, aunque la ávidez con la que los destrozas apenas te deja tiempo para fijarte en ellos. De lo único que da tiempo es de darte cuenta de que su diseño, lleno de ecos Bayonettescos, no está a la altura del resto.
Todo
lo arriba mencionado se nos muestra con una captura de movimientos
espectacular (aunque los rostros están bastante por detrás),
fantásticas texturas, efectos climáticos muy diversos y logrados, y
unos escenarios que rezuman vida en cada centímetro. Mención aparte
merecen los efectos de destrucción del entorno que aparecen mientras
caminas, una verdadera delicia que dota a la experiencia de un
dinamismo y una tensión envidiables.
Por
último un aspecto básico para todo Hack and Slash, la banda sonora.
Gracias a la colaboración del grupo de música electrónica Noisia y
al rock industrial de Combichrist las ganas de matar demonios
ascienden hasta el descontrol con cada melodía. Una elección que
mantiene la esencia rockera de la saga pero que le añade un punto
más desenfadado y puntero.
En
resumen, una demo adictiva de un juego que espero que pase por mis
manos. No es del todo innovadora, pero demuestra tener iniciativa, un
fuerte diseño artístico y una jugabilidad impecable. Pero tranquila
Bayonetta, no podrá ni quitarte el chupete.
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