sábado, 16 de febrero de 2013
Retroanálisis - The Legend Of Zelda Link's Awakening
Este título, que apareció allá por 1999 para Game Boy Color, lleva ya un tiempo en la e-shop de Nintendo tentando de ser descargado. Finalmente sucumbí y lo descargué, tan pronto empecé a jugar me dije a mí misma "tranquila, los 6 euros que te acabas de gastar han valido la pena".
Todo comienza cuando, tras una tormenta, el barco de Link naufraga y despierta en una isla desconocida. Este será el escenario por el que nos moveremos durante la aventura, y aquí ya nos damos cuenta de lo buen juego que es pues el mapa es enorme, y está lleno de localizaciones diferentes donde nos perderemos más de una vez seguro. La misión de Link será despertar al Wind Fish para poder salir de la isla, para ello debemos encontrar ocho instrumentos, que están repartidos en templos-mazmorras, en los que también encontramos objetos para nuestro inventario que nos facilitarán el acceso a nuevos lugares de Konolith Island.
Pero no todo son mazmorras en este juego, en el mundo exterior tenemos variadas misiones que debemos cumplir, como encontrar ciertos objetos para ayudar a los habitantes de la isla, recolectar conchas marinas para conseguir una espada mejor, o encontrar la mazmorra secreta en la que podemos cambiar el color (y el poder) de nuestras ropas. Completar el 100 % del extenso mapa nos llevará bastante tiempo, así que por el tema de la duración podemos estar tranquilos. El juego resulta sencillito al principio, y las primeras mazmorras podemos superarlas casi sin despeinarnos, pero la cosa se va complicando conforme avanzamos, y debo avisar que la dificultad de las dos últimas mazmorras es altísima.
No sé si será por su estilo animado o por el color, pero el caso es que el juego ha envejecido bastante bien, en ocasiones nos llega a sorprender con ciertos efectos de luces y colores muy avanzados para la consola y la época. La banda sonora es una maravilla, las pegadizas melodías en seguida se te hacen tan familiares que estarás todo el juego tarareándolas.
Quizás los únicos puntos negativos que tiene son precisamente por tratarse de un port, pues solamente podemos llevar dos objetos equipados y debemos estar cambiándolos todo el rato, obligándonos a entrar y salir del menú mediante pantallas, algo molesto, pero que se puede soportar, tranquilos. Y para los que el tema de los idiomas no lo lleven muy bien, bueno, el juego está en su totalidad en inglés. A pesar de esto, estamos ante un gran título, obligado para los amantes de la saga The Legend Of Zelda, pero que gustará también a los recién llegados.
Con juegos como este da gusto recordar viejos tiempos y comprobar que la calidad y el carisma de algunos títulos siguen como el primer día, y que al fin y al cabo eso es lo que buscamos en un juego; la diversión. Y en esto Nintendo juega con ventaja.
Mapa de Konolith Island
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