lunes, 11 de febrero de 2013

The Last Story - Análisis


Durante el pasado 2012 los usuarios de Wii tuvimos la suerte de recibir algunos de los mejores RPG's de la generación. Entre ellos se encuentra sin duda el último título de Mistwalker; The Last Story. Nos ponemos en la piel de Zael, un joven mercenario que viaja junto a su banda, y junto a ellos nos enfrentaremos a numerosos enemigos, visitaremos preciosos lugares y viviremos una historia bella y apasionante.

Lo primero que llama la atención nada más comenzar a jugar es la ausencia de una secuencia de vídeo kilométrica típica de los JRPG's, aquí comenzamos jugando. La historia la vamos conociendo mediante los diálogos que tienen los personajes mientras jugamos, y es entonces cuando descubrimos uno de los puntos fuertes del juego; el sistema de batalla. Atrás ha quedado aquello de los combates por turnos, esta vez tenemos combate en tiempo real, nos basta con acercarnos a los enemigos para que nuestro personaje ataque automáticamente, es un concepto fácil de pillar y que dicho así puede resultar demasiado simplón, pero nada de eso, pues hay muchas variantes a tener en cuenta, y cada combate es diferente por muchas razones, como por ejemplo el escenario, el tipo de enemigo, etc. Zael posee una habilidad llamada magnetismo que hace que los enemigos fijen su atención en él y le ataquen, dando así tiempo a los magos a preparar sus hechizos sin que los molesten, y podemos activarla o desactivarla siempre que queramos, de esta forma podemos adaptarnos rápidamente a cualquier situación. Otro factor determinate en las batallas es el terreno, puesto que muchas veces podemos utilizar la visión en primera persona para detectar elementos que podemos destruír y usar a nuestro favor, como paredes agrietadas, o trozos de puente que cuelgan y caen encima de los enemigos.

La exploración es otro elemento que hace grande al juego, nos movemos por amplios escenarios llenos de detalles y de personas con las que hablar. La ciudad de Lázulis será el lugar que más visitemos, y aviso ya que caminar por sus calles hasta descubrir todos y cada uno de sus secretos y recovecos es muy divertido y altamente adictivo. El cuidado que se ha puesto en los escenarios es digno de admiración, están recreados con gran detalle y la iluminación es muy buena. Sin embargo, a veces va con un poco de lag, sobre todo cuando hay muchos elementos en pantalla al mismo tiempo. Esto no significa que gráficamente el juego sea malo, al contrario, es muy bueno ( como se puede ver en las imágenes ), cabe destacar sobre todo el modelado de los personajes y sus animaciones que son muy realistas.


El juego es una colaboración entre Mistwalker y Nintendo y que ha sido dirigido y supervisado por el mismísimo Hironobu Sakaguchi, padre de Final Fantasy, por lo que no es de extrañar que nos encontremos a menudo elementos que nos recuerdan a la saga de Square-Enix, desde la ambientación, una mezcla de estética medieval y futurista, hasta algunos elementos de la trama, como una historia de amor que cobra cada vez más importancia  y nos mantiene enganchados durante todo el juego.





La duración es de unas 25 horas si nos limitamos a hacer la historia y ya está, hay numerosas misiones secundarias, algunas son simples como encontrar ciertos objetos y llevárselos a alguien a cambio de una recompensa, pero hay otras que son parte de la historia y nos permiten visitar lugares diferentes y conseguir mejores objetos para nuestro equipo. Así que completar el juego en su totalidad nos puede llevar perfectamente unas 30 horitas, no está nada mal ¿verdad?, y así se evita que se meta relleno innecesario en la trama, cosa que también suele pasar en los RPG's que duran 50 horas, afortunadamente, la historia de The Last Story es muy buena y no afloja en ningún momento.


El apartado sonoro es una auténtica maravilla, la música está firmada por Nobuo Uematsu, que sigue demostrando que aún fuera de Final Fantasy sus composiciones son magistrales, como ya lo hiciera anteriormente con las BSOs de Blue Dragon y Lost Odyssey. Recomiendo escuchar el tema principal del juego y la canción Toberu Mono interpretada por la cantante japonesa Kanon, dos piezas de escucha obligada te gusten o no los videojuegos.

Y si aún con todo esto The Last Story no te consigue enamorar, lo hará su diseño artístico del que merece un apartado especial. El principal responsable del mismo es Kimihiro Fujisaka, y a continuación, algunas de las ilustraciones y diseños conceptuales del artwork del juego.


Diseño de personajes























































Ilustraciones























Escenarios



















Queda dicho, uno de los mejores juegos de Wii  que nos llegó en sus últimos coletazos de vida e hizo que se despidiera de la generación por la puerta grande, para los que aún siguen pensando que es una consola para casuals y no para gamers es el momento perfecto para comprobar que no es así. No puedes pasar la oportunidad de jugar a esta joya, si no te engancha por su directo gameplay, lo hará su historia y su diseño artístico. Gracias Nintendo, gracias Mistwalker por esta Obra Maestra.


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