miércoles, 2 de enero de 2013

Tetsuya Nomura - 1ª parte


Aprovechando que Lowoncorners ha publicado su entrada sobre Yoshitaka Amano, empiezo con mi serie sobre Tetsuya Nomura, conocido principalmente por su diseño de personajes en la saga Final Fantasy. En esta primera entrada hablaré de su labor como diseñador desde el Final Fantasy V hasta el X-2, en la siguiente hablaré de su otros juegos y proyectos no relacionados con Final Fantasy, y por último tengo que dedicar una entrada a su labor en Fabula Nova Crystallis (el conjunto de Final Fantasy XIII, XIII-2, Versus XIII y Lightning´s Return)
Tetsuya Nomura nació en 1970 y estudió peluquería y estética diseño gráfico. A los 20 años comenzó su carrera dentro de Squaresoft diseñando los monstruos del final fantasy V y como director gráfico para el final fantasy VI.

Tendré dos píxeles pero me diseñó Nomura. (FFV)

El momento clave en su carrera llega con Final Fantasy VII, juego del que se encargaría del diseño de los personajes principales, los storyboards de las secuencias de invocación, los monstruos y algunos detalles de la historia (cierto fallecimiento se le atribuye).

Vincent, Aeris y Cloud (FFVII)


Ya desde este punto podemos ver las principales características de sus diseños: Peinados imposibles (aunque él luego se los haga), profusión de detalles como pulseras, colgante, etc (que probablemente haga obligado para que luego Squaresoft pueda venderlos), armaduras colocadas sólo en un lado (la asimetría es otra de sus constantes) y cierto toque actual, moderno, alejado de la imagen de fantasía-medieval más presente en Amano o en Akihiko Yoshida (diseñador de los personajes del Final Fantasy XII)
En su siguiente juego, el Final Fantasy VIII, creará unos personajes muy superiores estéticamente a éstos, pues la imagen infantil será sustituida por una más adulta y oscura. Aparecerán también dos elementos que usará con mucha frecuencia: las plumas (esto viene con el ADN japonés yo creo), los cinturones, y las gunblade (armas medio espada medio pistola)

                                                                    Squall y Edea (FFVIII)

 El tocado que tiene Edea en la cabeza recuerda muchísimo al estilo ornamental de Yoshitaka Amano, del que se declara admirador (más le vale). Otra influencia, al igual que en Amano, es el Art Nouveau con artistas como Alfons Mucha, de quien probablemente se inspiró tanto para el tocado como para la especie de telón de teatro que lleva a su espalda.
           

                                                    Si nos ponemos hay influencias hasta de la Dama de Elche


Llegamos al Final Fantasy X, cuyo diseño de personajes bebe claramente de Japón, tanto del más tradicional ( Yuna y Seymour) como del más moderno ( Tidus y sobre todo  Lulu). 
                                                                         Tidus, dark Yuna, Seymour y Lulu

En este caso Nomura consigue unos diseños con grandes altibajos. Mientras que personajes como Lulu mezclan de una manera genial el aire mágico de un Final Fantasy con el aspecto rompedor de la estética japonesa, otros como Tidus son puro exceso. La asimetría de la que hablábamos antes llega aquí a unos extremos de payaso casi, y siendo el protagonista hace que moleste un poco.
Afortunadamente Yuna es la verdadera protagonista del juego (como pasa con Vaan y Ashe en el Final Fantasy XII), cuyo diseño, una especie de kimono reelaborado, resulta sencillo, fresco y llamativo. Seymour, el novio y casi marido de la chica, tiene un atuendo que recuerda a la de los señores feudales del  Japón medieval aunque revisionado desde un prisma fantástico. Pura imaginación.
Acabamos ya con la primera continuación directa de un Final Fantasy, el X-2, un juego de lo más polémico e infravalorado en muchos sentidos (sistema de batalla y desarrollo por ejemplo). Los personajes principales son Yuna tras salir del japanese idol, una Rikku acalorada (y con un parecido a cierto personaje de jrpg que espero que lowoncorners descubra) y Paine, que básicamente... es toda malota.




                                                        
Vuelven aquí elementos que ya hemos visto antes. La asimetría, los elementos contemporáneos como los minipantalones, las tachuelas de Paine, las botas, la bufanda, etc, pero todo con un aire muy jpop adolescente. Comparado con el diseño anterior esta entrega pierde bastante, aunque sí que logra reflejar muy bien la personalidad de cada uno. Si tuviera que quedarme con algo escogería la falda de Yuna, elemento que no había aparecido hasta ahora en la saga y que se utilizará posteriormente en uno de mis diseños favoritos, el de Lightning en el Final Fantasy XIII-2.
Hasta aquí la primera entrega de los trabajos de Nomura. Queda aquí recogido el período más popular de esta saga, en el que se ha creado la estética fantástica a la vez que actual que la ha caracterizado. Pero aún quedan muchísimos peinados imposibles, plumas y cinturones que descubrir. ¡Hasta pronto!

1 comentario:

  1. Viéndolo así,parece (por lo menos me lo parece a mí)la diferencia abismal en calidad que hay desde el Final VII al VIII.Aunque personalmente,creo que el diseño más bonito es el del VI,pero claro es de Amanano.

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